domingo, 21 de septiembre de 2014

John Dunstable y el final del Medievo inglés

La música del Renacimiento le debe mucho en sus orígenes a un inglés llamado John Dunstable (1380-1453), que junto a los borgoñeses Guillaume Dufay y Gilles Benchois, introduce importantes innovaciones en la transición de lo medieval a las nuevas formas estéticas de la era que nace.

El origen de esta reforma claramente estuvo en las Islas Británicas dado que es evidente que los músicos continentales siguieron la estela de Dunstable. El poema Le Champion des Dames, escrito hacia 1441 por el poeta borgoñón Martin Le Franc,  introduce el término  “la contenance angloise" (“la semblanza inglesa”) que alude directamente al hecho de que Dufay y Benchois adoptaron tanto las formas musicales inglesas como la forma de vestir de los británicos de la época, en su afán por emularlos.

A juicio de los expertos, cualquiera que escuche música europea de finales del siglo XV apreciará en la británica una mayor dulzura y eufonía, o buen sonido de las palabras cantadas, que en las piezas equivalentes del continente.

John Dunstable destaca entre los músicos ingleses de su época tanto por la calidad de su obra como por haber tenido estrechas relaciones con la Europa continental, algo no tan extendido entre sus colegas. Como cantor que fue de la capilla del duque de Bedford, no parece desencaminado suponer que pasó periodos de su vida en Francia cuando su señor ejerció de regente de París (1423-29) y posteriormente de gobernador de Normandía (1429-35). Ello apoyaría la tesis de que trató personalmente a Guillaume Dufay y  a Gilles Benchois, y justificaría la profunda influencia que ejerció sobre esta pareja borgoñesa.

El musicólogo Howard Mayer Brown afirma que si hay que destacar solamente una virtud de la obra de Dunstable, ésta sería la dulzura, pues evitaba deliberadamente las disonancias propias de la música del siglo XIV presentes en las misas interpretadas en sus tiempos, y sus composiciones hacen gala de melodías más libres, frescas y líricas. De alguna forma, comenzó a liberar a la música de su ceñido corsé medieval.

Compuso misas, motetes y piezas seculares, aunque éstas últimas son juzgadas por los expertos como la parte menos valiosa (o menos diferenciada respecto a otros músicos) de su obra.  Se trata de canciones inglesas o francesas para dos o tres voces, entre las que destaca O Rosa Bella, aunque recientemente se ha puesto en duda su autoría sobre esta pieza.

Sus motetes se dividen en tres grupos: los isorítmicos, más complejos y elaborados; los que aplican canto llano en la voz alta; y finalmente, los que prescinden de canto que son los más numerosos.

Tradicionalmente, se han adjudicado a Dunstable hasta tres misas, Missa Rex seculorum, atribuida igualmente a Leonel Powell, Missa sine nomine, a la que también se asocia a Powell y a John Benet, y por último, la incompleta Missa Da Gaudorium premia, que sí parece ser obra exclusiva de John Dunstable. John Dunstable fue uno de los primeros en componer misas utilizando una sola melodía como cantus firmus.

El problema de la autoría en la composición de éste autor inglés tiene su origen en la época de la Reforma, cuando tiene lugar la disolución de los monasterios y la destrucción de manuscritos musicales relativos al culto católico. La obra de Dunstable ha sido recuperada, aunque sólo en parte, gracias a fuentes continentales, especialmente italianas y alemanas, que hacen referencia a sus piezas o las reproducen.

Un problema adicional se deriva de los copistas de manuscritos británicos del siglo XV, cuya costumbre de obviar la autoría de los textos copiados y relegarlos a la categoría de “anónimo”, ha traído consigo que siempre existan tantos candidatos a firmar cada pieza. Por otro lado, la fama de John Dunstable como músico conlleva que se le hayan atribuido numerosas canciones populares inglesas medievales, sin que podamos saber cuáles son efectivamente suyas.

A pesar de la relevancia de Dunstable, Howard Mayer Brown destaca en su libro Music in the Renaissance la importancia de otros compañeros de generación de éste en la gestación del Renacimiento musical inglés, como los citados Leonel Powell y John Benet, así como John Pyamour, John Forest, John Bendingham, John Plummer o Robert Morton. 



miércoles, 17 de septiembre de 2014

ONIRIA y el “Trebol Musical de Cuatro Hojas” de Daniel Speer

La interpretación de música antigua tiene mucho de arqueología. A menudo el poder llegar a tocar una obra determinada conlleva una importante tarea de investigación y de reconstrucción de los métodos y circunstancias asociadas a ella.

Por ello, el producto de todo este esfuerzo erudito es con frecuencia una pequeña joya, como es el caso del disco Trébol Musical de Cuatro Hojas sobre la obra del músico alemán Daniel Speer que hace algunos años grabó el conjunto de metales ONIRIA.

ONIRIA es un grupo de sacabuches (el sacabuche es el antepasado del trombón actual) y percusión especializado en la recuperación de la música para este instrumento escrita entre los siglos XV y XVIII.

Dirigido por Daniel Anarte, profesor de trombón en la banda municipal de Málaga, integra a los también docentes de este instrumento Pedro Pastor y Juan Francisco Aranega, y a la percusionista Yu-Jung Chung.

La hasta el momento única grabación de ONIRIA, Trébol Musical de Cuatro Hojas, está centrada sobre la obra de Georg Daniel Speer (1636-1707), una figura bastante desconocida en España que destacó en su época como escritor y como músico, y en este último aspecto, como tratadista y como compositor. De hecho éste es el único monográfico que existe en nuestro país sobre Speer.

De personalidad inquieta, Daniel Speer, el hijo de un peletero de Breslau, viajó por Europa del este trabajando como músico, en concreto en Polonia y Hungría, una experiencia que transcribió en su novela Ungarischer oder Dacianischer Simplicissimus de 1683. Se trata de una obra de género picaresco, muy de moda en la Alemania de la época, que abunda en lo escatológico y en la zafiedad, y que a raíz de su éxito conoció tres ediciones.

Como músico ejerció de ministril o músico de capilla -“stadtpfeiffer” en su equivalente alemán-, en Stuttgart, entre 1664 y 1666, hasta que entra al servicio del duque Eberhard III en 1667 como profesor de música. Es precisamente la vocación docente la que le ha proyectado a la historia, especialmente a través de un tratado general sobre música,  publicado por vez primera en 1687.

El libro de Speer titulado Grund-richtiger kurtz-leicht- und nöthiger Unterricht der musicalischen Kunst (Una fundamental, corta, fácil y necesaria introducción al arte de la música), conoció una segunda versión diez años más tarde, en 1697, en la que el autor amplió la sección dedicada a los instrumentos de tecla e incluyó numerosos ejemplos para ilustrar la técnica de composición en instrumentos de viento y de cuerda.

Siguiendo la costumbre de la época de titular los tratados de música con frases largas y pomposas -o quizá como una burla a la misma- esta segunda versión de su obra salió a la luz con el nombre original ensanchado: Una fundamental, corta, fácil,  necesaria y ahora ampliada introducción al arte de la música, o, Trébol Musical de Cuatro Hojas.
La imagen del trébol de cuatro hojas hace referencia a las cuatro partes en las que se divide el volumen: los rudimentos, instrumentos de tecla, instrumentos de viento y de cuerda, y finalmente, composición.

David M. Guion hace notar en su obra The Tromboune: Its History and Music 1697-1811, que no era frecuente durante el Barroco encontrar literatura en torno a la práctica del trombón, principalmente por el férreo control que los gremios locales de músicos establecían sobre los conocimientos técnicos, manteniéndolos dentro del sector para evitar el intrusismo y la pérdida de poder de estas asociaciones.

Aquí radica la importancia de la obra de Speer, que dedica una parte importante de su libro a la técnica de la interpretación del trombón, algo que considera de vital importancia, y que a su modo de ver no pone en peligro la transmisión de estos conocimientos exclusivamente entre profesionales de la música. En palabras de Guion:
“Por tanto, Speer sintió la necesidad de comenzar la tercera hoja del trébol con la defensa de su decisión de escribir y publicar. Afirmaba que la posesión de un libro como éste le ahorraría preocupaciones a los stadtpfeiffer  (ministriles) y a sus alumnos, señaló que no todo el que pudiera leerlo tendría las aptitudes para tocar los instrumentos, y que, en cualquier caso, nadie podría aprender a tocar con un libro sin la guía de un profesor.”
El disco grabado por Daniel Anarte y ONIRIA incluye además de las piezas escritas para trombones aquellas dedicadas a tríos de bajones (dulcians) y conjunto de violas da braccio.

En este sentido, la formación original es acompañada por Naiara Sánchez y Marata Iglesias a los violines barrocos, Maria Dolores Romero a la viola de gamba, Carmelo Sosa como sacabuche adicional, y por último, Aurelio Bernabéu interpretando la flauta de pico.

La mayor parte de las piezas incluidas en la obra son sonatas, si bien como indica el profesor Charles E. Brewer (The Instrumental Music of Schmeltzer, Biber, Muffat and their Contemporaries,  2011), el carácter eminentemente pragmático del tratado de Speer de 1697 deja, de alguna manera, bastante de lado las definiciones teóricas. Esto puede explicar por qué su descripción del concepto de sonata queda relativamente vaga: “La sonata es como la sinfonía, pero debe ser interpretada más despacio y más gravemente”.

Y la definición de sinfonía del alemán es igualmente imprecisa: “Sinfonía, una pieza instrumental, situada al principio o a la mitad y repetida”.

El disco de ONIRIA Trébol Musical de Cuatro Hojas es una obra sumamente atractiva, que refleja a la perfección toda la belleza de la obra de Daniel Speer, y cuyas melodías de sacabuche nos devuelven a la centroeuropa de finales del siglo XVII, combinando la pompa y la majestuosidad con melodías dulces y acogedoras.



jueves, 11 de septiembre de 2014

À modo Italiano: Javier Núñez y la escuela napolitana de clave

Si hay algo que nos demuestra que la música antigua está más viva que nunca son obras como la opera prima en solitario del teclista Javier Núñez à modo Italiano, un maravilloso trabajo centrado en la música para clave italiana, y especialmente napolitana, de los siglos XVI y XVII. Dejando de lado la elevada calidad de la interpretación, el cuidado en la selección de piezas y en la presentación de la obra, que incluye un erudito ensayo introductorio a la música y su época, configuran un producto sólido y atractivo que logra transmitir la pasión de sus creadores por el instrumento y por la forma en que fue utilizado en la Italia renacentista.
 
Javier Núñez pertenece al conjunto Accademia del Piacere, cuyo director, Fahmi Alqhai, ha ejercido de productor del CD, que ha sido editado por Cantus Records, un sello con un catálogo más que interesante al que todo aficionado a la música antigua debería seguir de cerca.
 
Reconoce Núñez que su proyecto parte de una cita del músico de la época Giovanni Maria Trabaci, cuyas composiciones están presentes en el disco, que se refirió al clave en los siguientes términos:
 
“Porque el Cémbalo es Señor de todos los instrumentos del mundo, y en él se puede tocar cualquier cosa con facilidad.”
 El objetivo, esta vez en sus palabras, ha consistido en reflejar una música “fascinadora y emocionante” plena de “belleza y originalidad”. Y en efecto, así se percibe en su interpretación del disco.
 
A pesar de que el repertorio parte de la escuela napolitana de clave, el autor ha querido plasmar también otras obras y autores relacionados con ella dentro del abanico temporal que va del año 1500 hasta el 1700.
 
Refiere Javier Núñez en su apasionante ensayo que la fragmentación geopolítica de la Italia de los siglos XVI y XVII, plasmada en ciudades estado de distintos tamaños, condicionó asimismo la fragmentación territorial de las manifestaciones culturales, entre ellas la música. Este hecho da lugar a la existencia de diversas escuelas dentro de la música para tecla, como la veneciana, la romana, o la que nos ocupa, la napolitana.
 
La historia de la escuela napolitana de clave parte de dos obras: el Libro primo di ricercate de Rocco Rodio y la Intavolatura de Cimbalo de Antonio Valente, una libro publicado en 1576 que se basa en un sistema de tablatura inédito en la Italia de la época pero relacionado con la denominada cifra española, que era utilizada por Antonio Cabezón, entre otros. Precisamente, Javier Núñez abre el disco con dos piezas de Valente.
 
El siguiente hito en este viaje por la música para tecla napolitana es el flamenco Giovanni de Macque, organista de la capilla virreinal de Nápoles y posteriormente en 1599 maestro de capilla, cuya producción musical supone un punto de inflexión que abandona las formas renacentistas de Rodio y Valente para adentrarse en un terreno más moderno.
 
No obstante, relata Núñez que la cumbre de la música para tecla napolitana llega de la mano de dos alumnos de Macque, que escribieron dos libros de piezas cada uno, y que ocuparon los dos el cargo de organistas de la Capilla Real de Nápoles. Se trata de Ascanio Mayone y del arriba citado Giovanni Maria Trabaci.
 
Hacia 1615 la escuela napolitana comienza a perder uniformidad; desciende la producción de libros de música por la apatía en la que entra la actividad musical a raíz de la crisis y de una epidemia de peste. La siguiente generación de músicos ya no mantendrá los cánones estrictamente napolitanos de las piezas para tecla y sus obras son heterogéneas. Es el caso de Giovanni Battista Fasolo, Gioanpietro del Buono, Giovanni Salvatore, Bernardo Storace o Gregorio Strozzi. Las composiciones de estos tres últimos están presentes en  à modo Italiano.
 
Javier Núñez ha querido acompañar su interpretación a la clave con dos instrumentos que gozaban de gran popularidad en la época: el arpa doppia y el colascione. No es capricho, dado que este tipo de arpa está incluida en las composiciones de Mayone, Trabaci e incluso de Gregorio Strozzi. Por otro lado, el colascione es una especie de laúd de origen turco y mástil largo asociado a la música popular en la Italia de la época.
 
En el disco el arpa doppia es interpretada por Sara Águeda y el colascione por el violagambista Fahmi Alqhai. También está presente la percusión de la mano de Pedro Estevan.

martes, 2 de septiembre de 2014

Madrigal History Tour

Durante décadas la británica BBC ha sido un ejemplo de lo que debe ser una televisión pública, un vehículo para llevarle al espectador contenidos audiovisuales de calidad que contribuyan a divulgar la cultura y, por qué no, el buen gusto en la sociedad. Entre los productos de ficción y documentales que no ha regalado esta cadena, destaca una iniciativa tan interesante como original que fue bautizada como Madrigal History Tour, lanzándole un guiño cómplice al Magical Mistery Tour del cuarteto de Liverpool.

El proyecto, emitido originalmente en 1984, consistió en un documental en seis capítulos que recorre la historia del madrigal europeo, siendo los guías de este viaje los miembros del conocido grupo vocal The King´s Singers. El formato es un ameno relato en el que los músicos nos hablan extensamente de esta forma musical ilustrando cada parada del periplo con interpretaciones de piezas originales. En determinadas partes de la obra The King´s Singers comparten protagonismo con el esemble The Consort of Musicke.

El madrigal es un género de música profana, mundana y social compuesta para ser cantada por entre tres y siete voces, en principio sin acompañamiento instrumental, cuyos ritmos y cadencias pretenden expresar las emociones que emanan de los textos. En ocasiones las voces que faltaban se sustituían con instrumentos, generalmente con el laúd.

De hecho, más que un género era un abanico de géneros, pues no existía una forma fija de madrigal y convivían bajo dicho paraguas varios subgéneros, como la balleti, un tipo de canción más movida y bailable, o la villanelle y la canzonette.

The King´s Singers es un grupo compuesto inicialmente por seis cantantes fundado en 1968 pero que ha ido cambiando de miembros a lo largo de las décadas. El nombre les viene del King´s College de Cambridge, institución que les vio nacer, y adquirieron una gran fama en el Reino Unido a finales de los 70 y durante los 80. Posteriormente su  popularidad se extendió a los Estados Unidos al aparecer regularmente en programas como The Tonight Show Starring Johnny Carson.

En Madrigal History Tour saben combinar a la perfección un relato divertido y desenfadado con el máximo rigor en las explicaciones y las interpretaciones de piezas musicales, como lo atestigua esta versión de la ensalada La bomba de Mateo Flecha el Viejo.


El programa realiza un extenso recorrido por el madrigal italiano, alemán, francés, inglés, y por las formas musicales españolas de la época, que sin llevar esa etiqueta, se pueden equiparar con los anteriores, como la ensalada o el villancico.

Además de los programas de televisión, la BBC produjo en disco con las piezas interpretadas en los mismos que supone una valiosa recopilación de madrigales europeos.

Gracias a YouTube podemos disfrutar la serie al completo desde nuestro ordenador. Ventajas que tiene la sociedad digital.